martes, 5 de julio de 2022

Día de la dependencia

 

    Cada 5 de julio en Venezuela celebramos la independencia político-administrativa del reino español, quienes mantuvieron este régimen desde la colonización hasta 1811.

    Pero ¿Somos realmente independientes?

    El gobierno depende de las ordenes impuestas por Cuba, además de tener que pagarle eternamente por ello al parecer, las fuerzas armadas dependen de generales cubanos, y de centros de entrenamiento sirios e iraníes. El suministro de alimentos para los programas gubernamentales depende de negociaciones con países africanos, asiáticos y árabes, para muestra han dejado claro que estas negociaciones eran el trabajo “diplomático” de Alex Saab. Demás bienes dependen de importaciones privadas de China, Estados Unidos o cualquier otro país, siempre y cuando el importador tenga la venia de Cuba.

    Las industrias básicas ahora dependen de la explotación minera controlada por grupos terroristas extranjeros con aval “legal”, y la industria petrolera, que a inicios de los 90 llegó a ser referente a nivel mundial, depende de operadoras chinas y rusas.

    Todo está al control de una administración que deja saber muy claramente su labor de gobernar para una mitad de la población, pero que sus fallas dependen de factores externos: saboteos, ataques animales, guerras económicas de quienes no controlan la economía, fenómenos naturales, y hasta paranormales.

    ¿De qué independencia hablamos? Se utilizó como primera línea del discurso la soberanía alimentaria, pero destruyeron la industria local; la soberanía política haciendo eco del supuesto imperialismo yanki, la soberanía comunicacional y hasta de soberanía energética osaron hablar; y todo fue disminuido a un polvillo de sociedad méndiga.

    Bah, las tres Venezuelas en que nos dividieron son cien por cien dependientes, la primera son los que tienen la pluma que escribe la historia hoy, y hablan del paraíso socialista, porque son los únicos que pueden disfrutar de las mieles del poder sin despeinarse. La segunda son los empresarios que mueven algunos engranajes necesarios, y aunque se dicen “opositores” no dan cuenta (o sí) del juego que le hacen al régimen, utilizando economía ilegal para ventajas comerciales, logísticas y aduanales entre otras.

    Pero la Venezuela más dependiente es la tercera, y sí, es la última de todas las listas aunque es la más gruesa. Es la Venezuela ciudadana, que depende de migajas estatales, donaciones privadas y/o de remesas extranjeras. Esa Venezuela que conoció la comodidad con un trabajo digno y que hoy es humillada por sus captores. La humillan demostrándoles abiertamente que dependen de una caricatura abigotada y de la buena de Dios.

    Dirán que olvidé mencionar la Venezuela del liderazgo opositor, pero no. Esa no existe. Está escondida entre los dos primeros grupúsculos.

    No hay nada qué celebrar. Al menos esperemos que el día sirva para recordar que necesitamos volver a independizarnos.

lunes, 5 de julio de 2021

El miedo

 El miedo

    James P. Sullivan y Mike Wazowski se ganan la vida asustando niños para acumular energía producida con los gritos de miedo, y su historia ha sido tan lucrativa, que ya han recaudado más de quinientos millones de dólares.

    Causa gracia, y es precisamente por la forma inocente que tiene esta historia de cine de hacer dinero con el miedo, ya que siendo este un sentimiento presente en cada uno de los seres humanos, es cuestión de tiempo descubrir qué es lo que genera el miedo individual y social para que quienes se placen de tomar ventaja de otros, hagan lucro explotando dicho sentimiento hasta fuera de sus límites, sin importar la salud, el bienestar ni la vida propia de la humanidad. Y a ellos también les causa gracia.

    Tal es el caso del negocio político en Venezuela, vivo ejemplo de la manipulación del miedo como estrategia de control, diseñado por personajes siniestros que mantienen al grueso de la población en el letargo social tan amado por esclavistas.

    Hace unas noches, el régimen venezolano inauguró con mucho orgullo y pocas pompas un monumento que emula – según la información oficial – el sable que El Libertador Simón Bolívar le regaló al General Rafael Urdaneta, con una ubicación por demás emblemática, en el mismísimo Campo Carabobo, lugar donde se libró la batalla homónima que finalizó el proceso de liberación de Venezuela de la conquista española hace 200 años. Escoltando la espada que apunta al cielo, sobresalen un cúmulo de estructuras metálicas puntiagudas representando de acuerdo a la versión pública, los lanceros que acompañaron la gesta de hace dos siglos.

    Tanto el acto nocturno, como las lecturas que se pueden hacer de la obra artística, han sido meticulosamente diseñados para que el criterio popular dé su significado real, y tal cual se han dado los hechos. Los rumores alrededor de este evento dan una versión diabólica que pasa por ser un monumento a deidades satánicas, templo de rituales babalaos y otras más relacionadas a prácticas espiritistas a cargo de los jerarcas gubernamentales, quienes se han encargado de “no negar” tales bisbiseos con sabida intención de generar miedo, de hecho, mucho de esto proviene del mismo aparato de producción noticiosa pagado por el ejecutivo nacional.

    En Venezuela los grupos creyentes de las artes espiritistas hacen vida desde hace décadas, principalmente en el centro del país, que cuenta con un eje de culto ubicado en la Montaña de Sorte, a 120 km al oeste del monumento patrio recién erigido. Practicantes, seguidores, curiosos y hasta turistas son atraídos a este lugar de veneración y ritos a deidades relacionadas con la santería donde los temas oscuros son el plato del día. A pesar de los años que cuentan estos cultos, han ganado terreno desde la llegada del chavismo a finales del siglo pasado, con la llegada de los babalaos cubanos y la cercanía pública con altos funcionarios de la administración socialista. Uso de sus deidades en billetes, rituales con sacrificios de vida animal y humana, entierros en edificaciones gubernamentales, y muchos más rumores alrededor de prácticas oscuras, son las principales banderas patrocinadoras de miedo social, historias que si bien no son descartables (pero tampoco comprobables), tienen como único objetivo multiplicar el miedo que ya generan como política de estado con las persecuciones, atropellos, maltratos, torturas, violaciones y demás deportes gubernamentales.

    Miedo es lo que mejor saben crear, o quizás lo único, si vemos que su política lleva como estandarte la destrucción. Después de asesinar a miles de venezolanos por mano de cuerpos policiales, militares, paramilitares y civiles adeptos a su doctrina, es entendible que el ciudadano común les tema. Lo importante es no multiplicar sus juegos, y saber que los rumores alimentados por sus centros de (des)información respecto a los logros que pueden alcanzar sus alianzas con el espiritismo, tienen bases en la nada, pues si la santería lograra cometidos reales, los países del África central, Cuba, Trinidad y Haití serían potencias mundiales.

    Bien lo dijo el padre de la Patria, “Nos han dominado más por la ignorancia que por la fuerza”.

sábado, 19 de mayo de 2018

A mi nuevo hogar Colombia


A mediados de 1998, con 17 años de edad recién cumplidos, llamó mi atención que un miembro de mi familia, habiendo sido totalmente objetivo frente al tema político, pues en ningún momento había formado parte de asociación política alguna, no quisiera ni escuchar las alocuciones y propuestas de quien sería el candidato más polémico y mediático de la historia contemporánea de Venezuela. 
Hugo Chávez se dio a conocer un 4 de febrero de 1992, cuando siendo teniente coronel del ejército venezolano, tomó las armas del estado para romper con todas las leyes que juró defender con su uniforme, e intentó a través de su equipo paramilitar MBR-200 derrocar al entonces Presidente Constitucional de la República de Venezuela Carlos Andrés Pérez, objetivo que no logró cumplir, a pesar de los cientos de asesinatos que dejó de saldo dicha intentona. Fue este el inicio de la ejecución de un plan minuciosamente diseñado en la Unión Soviética, mejorado en Cuba, y entonces por perfeccionar en el país con más riquezas naturales de Latinoamérica.
Con base en ello mi familiar fijaba postura al no querer ni escuchar las propuestas de este nuevo líder carismático con lenguaje de pueblo. Sus palabras exactas al preguntarle la razón de no querer escuchar las propuestas fueron: “No necesito escuchar las mentiras de un homicida confeso, siendo asesino y sin pagar condena no puede tener nada bueno en la cabeza”. ¡Vaya sabiduría! cuánto dolor nos habríamos ahorrado en Venezuela si esa postura se hubiera multiplicado en todo el territorio.
¿Por qué hablo de esto 20 años después y en otro país? Sencillo. Soy uno de los millones de venezolanos que ha decidido emigrar porque el modelo implantado por el personaje en mención redujo toda posibilidad de surgir profesionalmente en Venezuela y por el contrario multiplicó las posibilidades de morir a manos de la destrucción social que han tenido como única política de estado él y su sucesor. Tras catorce años en el poder, que hábilmente mantuvo gracias a la desinstitucionalización de las instituciones, fue víctima de una enfermedad mortal (según Cuba), que lo obligó a ceder el testigo a quien ha mostrado ser un evidente lacayo del régimen castrista. Esta triste historia es un modelo replicable en cualquier país del mundo, no siendo Colombia ni México la excepción.
A días de una elección presidencial en Colombia, me permito plasmar mi punto de vista para quien desee libremente leerlo, ya que algo inusual se ha visto en esta campaña: dos candidatos provienen de fuerzas paramilitares cuyos palmareses no son más que millones de víctimas de crueles asesinatos, secuestros y otras muchas actividades ilícitas. Ya uno declinó creo yo que más por su exiguo nivel de aceptación que por su salud, y el otro, es según las encuestadoras el segundo en intención de voto. Es esto lo que aturde tanto, ¿cómo un ex miembro de un grupo guerrillero ha tenido la impune suerte de llegar a estos niveles de popularidad? No se trata de perdón, se trata de la intención de ciudadanos desesperados por entregar el poder de toda una rica nación en desarrollo a una persona con sangre en su tarjeta de presentación. Es totalmente cierto que no soy nacido en este país, por eso mi punto de vista (lejos de ser campaña por algún otro candidato) es una invitación a conocer su propia historia, para que así su voto sea concienzudamente analizado y basado en lógicas para el bien de Colombia, que no por resentimiento social o partidista.
Quien tenga edad suficiente, recordará lo que cuenta la historia acerca de la fundación del movimiento M 19 con unos jóvenes universitarios que en 1970 se autoproclamaron una guerrilla insurgente de izquierda para denunciar un supuesto fraude electoral contra el ex dictador Gustavo Rojas Pinilla, es decir, desde su nacimiento estaban en apoyo a una dictadura militar que abiertamente censuró medios de comunicación y asesinó detractores como fueron los del caso de la plaza de toros el 5 de febrero de 1956. De este grupo, que luego continuó sus actividades paramilitares con un objetivo de una Colombia más democrática (incongruente objetivo para un grupo guerrillero de por sí), formó parte el candidato presidencial en cuestión, y hoy dice haber militado pero no haber participado en los hechos sangrientos del palacio de justicia, ni en la toma de la embajada de República Dominicana entre otros. Los juegos de palabras que ha utilizado el hoy personaje político, han llegado como cantos de sirena para muchos, incluso pude escuchar personalmente a uno de sus seguidores diciendo “Petro estuvo en el M 19, pero era solo personal administrativo”, y parte de su apoyo al candidato lo basa en ello. La afirmación es algo así como que usted como dueño de una empresa requiera de los servicios contables de un profesional y se presente a la vacante el contador de ISIS con esta experiencia resaltada. ¿Lo contrataría?
Muchos otros hoy basan su apoyo en la gestión del señor Petro como Alcalde de Bogotá, donde ejecutó obras de recuperación de espacios sociales en zonas marginales como ciudad Bolívar, convirtiendo el alumbrado, la pintura y el bacheo de las calles, en proselitismo para su objetivo de hoy. Obviamente es más fácil y barato comprar al que no tiene, esto es parte de la escuela cubana y caraqueña de hoy a la que abiertamente asiste y apoya Don Gustavo Petro.
Cualquiera sea su postura ante la hoja de vida del personaje mencionado, escuche (lea) las palabras de una de las millones de víctimas de un régimen que utiliza su discurso divisionista y con resentimiento hacia las clases sociales altas, porque sabe que en las bajas se encuentra el grueso de la población, los que pueden sumar, y que después multiplicará con subsidios y promesas populistas para atornillarse a una silla con fines únicamente personales. ¿Les suena conocido? Pueden leer entonces historia contemporánea de Venezuela, de cómo el resentimiento por gobiernos elitistas corruptos, llevaron al desespero social de elegir a quien ha sido el peor cáncer de la historia latinoamericana. Y es que los gobiernos no “dan”, porque los recursos siempre tienen que salir del propio estado y quien produce en el estado es el ciudadano, así que busque a quien genere oportunidades para el desarrollo productivo, que plantee escenarios macroeconómicos realistas para que la inversión venga a Colombia y todo ciudadano tenga una posibilidad real de surgir, sea como profesional, como obrero, como empresario, como agricultor, como rentista, en fin, como un ciudadano libre.

miércoles, 26 de abril de 2017

Carta al que está detrás del fusil

Amigo uniformado,
Comienzo llamándote amigo únicamente porque el paradigma social dice que es una buena manera de comenzar una comunicación escrita, aunque no te sienta como tal. El motivo de esta misiva, no es otro que darte algo de la mucha libertad que te han quitado, al menos sea esta leyendo, porque queda en evidencia tu falta de lectura. Si leyeras noticias concebirías que eres protagonista de un genocidio que va a tener un solo desenlace posible y en el cual quedarás muy mal parado, si leyeras literatura adorarías la belleza del arte y del pensamiento humano, el cual hoy reprimes sin saber por qué, si leyeras historia entenderías que defiendes un proyecto que han intentado en decenas de lugares y momentos diferentes sin éxito alguno, si leyeras ciencia… no, definitivamente ciencia no lees, si leyeras de religión diferenciarías el bien del mal, y entre muchas otras opciones, si leyeras historietas sabrías que los malos nunca ganan.
Muchas veces he imaginado lo que debe pasar por tu mente, por aquello de ponerme en los zapatos del otro para poder entenderlo, y pienso cómo imaginas tu siguiente día en las noches cuando vas a la cama, tú sabes, así como todos planeamos lo que haremos para que nuestro día sea el mejor.  De esta manera, me imagino tu rutina en alguno de los siguientes escenarios:
Opción 1: Te levantas más pobre que ayer, pues el dólar diario que recibes como pago ya no alcanza para pagar alquiler, colegio, comida, y mucho menos un vestido nuevo para tu esposa o una cena en un restaurante; sin desayuno por no encontrar comida en las tiendas sales de tu casa exponiéndote al flagelo de la inseguridad del cual no estás exento. Llegas al regimiento donde entras a una oficina con aire acondicionado y un General con 1 kilo de metal en el pecho sin haber ido a guerra alguna te trata como un perro mientras lo ves balbucear con la boca atiborrada de fritura, y sin entender palabra alguna sabes que te está pidiendo lo mismo del día anterior: salir a “aniquilar” al que se viste de paz y anhela libertad, esa que crees que nadie merece si tú no la tienes. Allí comienza tu jornada heroica, y mientras se reparten una galleta entre los cuarenta que van en el convoy, se ríen del mal olor que hay comenzando el día, pues muchos allí no tienen ni para comprar detergente. Llegas a tu punto asignado (sin aire acondicionado ni frituras) y comienzas a desescuchar a todo el que pasa frente a ti con una bandera recordándote lo que no quieres oír. Soportas hasta que la multitud comienza a multiplicarse en los medios, y el General metal da la orden de atacar, con orgullo enfundas tu fusil y BANG! Te sientes dueño de “algo” al apagar una vida, que no es la tuya porque sabes que de esa no eres dueño. Después del pánico llega la calma, sabiendo que recibirás una palmada en el hombro del General hojalata y podrás ir a descansar. Pero al llegar a casa tu esposa no está, porque se fue de la 6ta cola para comprar comida, para el funeral del hijo de la vecina, que fue asesinado por gritar “Viva Venezuela”. No significa mucho, será solo una noche más sin cena, sin sexo, y sin alguien que te lave el uniforme. Mañana será otro día.
Opción 2: Amaneces entre tus sabanas de algodón egipcio que compraste en tus últimas vacaciones, hoy decides ayudar con el desayuno, así que demoras decidiendo entre arepas de trigo, de maíz, o cachapas con jamón y queso. Todo con jugo de naranja y café, además de cereal con leche para los niños. Salen todos en familia y dejas a los niños en el colegio que elegiste para ellos porque imparten el tipo de educación con la que los quieres formar, y vas rumbo a tu regimiento, donde la bandera tricolor ondea con el más firme orgullo patrio. Tu laudable superior, que te ha enseñado con ejemplo todo lo que sabes y más, te dice que será un día difícil, ya que hay terroristas en la calle con armas de guerra intentando derrocar al gobierno legítimo que ha traído la felicidad a Venezuela, así que tomas tu armamento anti motín, con el cual sabes que no saldrá nadie gravemente herido, y que con tu entrenamiento de alto nivel podrán disolver cualquier intento de los golpistas sin derramamiento de sangre. Desarrollan en la oficina el plan estratégico para evitar enfrentamientos y lo plasman en papel, van al sitio y lo ejecutan cual lo acordado, pero un extremista demente abre fuego contra tus compañeros poniendo en riesgo tu vida y la de los transeúntes que en plenitud viven su cotidianidad, así que entre el ejercicio tropiezas y se te escapa un proyectil lacrimógeno directo hacia el pecho del terrorista, el cual le causa su muerte. Todo en defensa propia y del país, sin embargo sabes que el tropiezo implicará una investigación por una institución independiente y que deberás someterte a la justicia por ello. Finalizas el día en una oficina del regimiento brindando declaración.
Opción 3: Te levantas simplemente a hacer lo tuyo, pero otro también lo hizo y te quitó la vida al salir, con una bala que jamás será buscada si quiera.
¿Con cuál opción te vas a dormir?
¿Alguna de ellas ha estado realmente en tus planes?
¿O acaso puedes imaginar una opción diferente?
Desestimado amigo, espero que sigas siendo protagonista en esta historia, pero del lado correcto de la misma. Cientos de miles que plasmaron en aquella boleta un deseo de cambio al poner en la presidencia a “alguien diferente”, terminaron inocentemente dándole todo a un homicida, quien es hoy el santo en los altares de tu regimiento porque su memoria es la principal guardiana de las arcas del General hojalata. Por ello sé que obedeces sin leer.

P.D. En ninguna de las opciones te imagino leyendo, deberías comenzar.

sábado, 19 de marzo de 2016

La última Semana Santa en socialismo

     En Venezuela, un país Católico casi en su totalidad, se celebra la Semana Santa con el mayor fervor en su población cristiana, y en la que no lo es tanto, también la celebran como época de esparcimiento y familiaridad. De allí que los gobiernos hayan incentivando desde hace años el goce de estas fechas para los trabajadores. 
     A pesar de esta "costumbre", y la cruel intención del régimen en hacer creer que lo hacen en pro de la religiosidad, el ahorro y el disfrute, la lectura que se hace hoy del decreto presidencial que obliga a los trabajadores de los sectores público y privado, a tomar nueve días continuos de asueto, es otra evidente muestra del fracaso en gestión de quienes presumen ser el mejor gobierno de la historia.
     Para la iglesia católica, esta celebración comienza con el tiempo de Cuaresma, que representa los 40 días pasados por nuestro Señor Jesucristo en el desierto; este tiempo supone austeridad, escasez, peligros naturales, penitencia, oración, etc. y eso es justo lo que el régimen de Nicolás Maduro ha logrado que vivamos en Venezuela. 
     Para efectos objetivos, vamos a decir que la escasez de alimentos no es tal como la del desierto en aquella época, pero es válido recordar cómo los Emiratos Árabes hoy son potencia mundial, habiéndose levantado en pleno desierto. Pero no nos compliquemos, pues no hay punto de comparación con la Venezuela de tierras fértiles, clima tropical y maravillas naturales, sin mencionar su subsuelo millonario.
     Lo que sí es comparable, y hasta sobrepasa con creces lo vivido por el hijo de Dios en el desierto, son los peligros que debió enfrentar con animales de la naturaleza; los escorpiones y serpientes podrían ser las más tiernas mascotas frente al picure, el topo, el conejo (Q.E.P.D.), y demás criaturas de nuestra variada fauna urbana que ha sido desarrollada por los que han diseñado hasta la fecha casi 20 infructuosos planes de seguridad ciudadana. Seres que día a día acechan la vida de los venezolanos, cobrando ya más de 200 mil en el período de paraíso revolucionario.
     Las penitentes colas que debemos hacer para tener acceso a alimentos, productos de cuidado personal, efectivo en los bancos, documentos, trámites, y hasta los mismos pasajes para huir del ahora desierto venezolano, también es un producto hecho en socialismo, como reza su orgulloso eslogan.
     Es así como después de esa Cuaresma extendida, llega por fin la Semana Mayor, sin energía eléctrica, debido a la falta de inversión en mantenimiento e infraestructura, pues vivimos con lo que nos dejaron los nefastos gobiernos de la cuarta, pero fríamente calculado para que no nos entretengamos viendo televisión o escuchando música, y nos concentremos en orar; sin alimentos, producto de la muy planificada destrucción del aparato productivo, para vivir la austeridad mayor en los días representativos al final de la vida de Cristo; con violencia impune, principalmente por la corrupción de los cuerpos de seguridad y la prostitución de la justicia, pero en honor a los inhumanos soldados que azotaron sin piedad ni culpa a Jesús; pero muy importante, sin trabajo, porque ciudadanos productivos podrían costear un alzamiento civil (solo civil porque evocando aquella época, las fuerzas armadas ya demostraron ser los eunucos que cuidan a las mujeres del emperador), y todo esto con el único propósito de enfocarnos en la oración. 
     Lo irónico es que muy probablemente sus planes funcionen, porque para quienes sí creemos en la oración, la hacemos día a día para que ésta sea la última Semana Santa en socialismo y todas las penurias descritas queden pronto en el pasado negro de nuestro bello país. Con seguridad lo lograremos, y Venezuela será libre con la paz que nos caracteriza a los cristianos. Amén.

viernes, 26 de febrero de 2016

La cabilla en el ojo

     Dicen que es muy fácil ver la pajita en el ojo ajeno y no ver la cabilla que se tiene metida en el propio. Este es a mi parecer uno de los muchos errores de quienes repiten consignas a favor de un régimen que ha demostrado con creces ser la bandera de la incapacidad y de la ineficiencia en gestión. Han repetido hasta el hastío eventos históricos y frases diseñadas por los estrategas gubernamentales para hacer ver que un cambio de gobierno sería volver a los errores de la llamada cuarta República, por cierto, errores que nos costaron poner en la presidencia un caudillo autoritario con amplio resentimiento social, que ha quebrado y dividido a nuestra sociedad.
     Lo que se les hace difícil comprender, es que muchas de las consignas que apuntan a criticar medidas que supuestamente tomaría un gobierno "contrarrevolucionario", son a la vista objetiva, las propias medidas que ha ejecutado el actual régimen desde sus inicios.
     La primera de ellas: la identidad nacional. Gastaron tiempo y recursos en cambiar la imagen de nuestros símbolos, colocando una estrella más a la bandera por una provincia de la que nadie supo al estudiar primaria, y lo que me parece más burdo y sin sentido, cambiar la dirección del galope del caballo en nuestro escudo. Digo sin sentido, ya que en los planos bidimensionales, la derecha es la dirección del eje positivo, del avance; y el caballo entonces galopaba hacia adelante, mirando hacia atrás para no olvidar sus raíces. Ahora el caballo galopa prácticamente con gríngolas hacia la izquierda, hacia atrás, y la explicación (peor que la decisión), fue que la hija menor del presidente le preguntó por qué este corría con la cabeza volteada. Para un ser racional, lo lógico es averiguar la respuesta en caso de no recordarla, pero de un totalitarista, la respuesta fue simplemente cambiar la imagen y decir: corre hacia el retroceso porque a mí me da la gana. Utilizan ahora palabras coloquiales de dialectos extranjeros identificados con el sistema de gobierno, dejando lejos toda nuestra identidad. 
     Vender el país. Es una frase amalgamada a cada discurso oficial y no oficial de los voceros del régimen, advirtiendo una eventual "venta" de la tierra y los recursos que hay en ella a otros países y corporaciones extranjeras, con objetivos económicos personalistas. Pero qué es lo que ha hecho el régimen desde sus inicios con las empresas mixtas, dándole título de propiedad sobre los recursos asignados a dichas empresas que tienen sociedad con el régimen (cosa que no quieren hacer con quienes ocupan viviendas hechas con el dinero de todos los venezolanos). Cómo es que han endeudado a Venezuela a largo plazo con tantos países, para recibir efectivo utilizado en campañas electorales y quién sabe cuántas cuentas que no rinden. Eso sí ha sido vender el país.
     La oligarquía y la burguesía. Pseudónimo despectivo (de los más decentes) que utilizan los jerarcas para referirse a quien disiente, pero el objetivo real, es ampliar la brecha divisionista entre la población y los líderes de oposición, pues hacen referencia al pueblo con bajos recursos para quienes dicen gobernar, pero que han multiplicado para perpetuarse con su apoyo (ya perdido). Y bien es sabido que la fortuna generada por la élite gubernamental durante la mal llamada revolución, y los beneficios que estos tienen en nuestro país, los convierten en verdaderos oligarcas y burgueses.
     Polar quiere matar al pueblo de hambre. Esto realmente impresiona, ver cómo semejante disparate se hace eco entre ciudadanos que obviamente consumen productos de esta gran empresa, puesto que obviando el hecho de que el gobierno nunca ha querido producir por sí mismo, para así generar la competencia de mercado que estabilice los precios y genere justicia comercial, está la muy cuestionable política de expropiaciones que hoy ha quebrado tantas empresas anteriormente productivas, y que hoy tiene incluso a las cadenas gubernamentales distribuyendo alimentos Polar ya que es la única empresa grande en funcionamiento. A este descaro se le suma el hecho de negar con estas acusaciones el derecho a la libertad económica, visto que Polar es una empresa de capital privado, y en condiciones libres, deberían producir lo que ellos decidan, a su conveniencia, y a los precios que consideren para competir en un mercado con la calidad que a todas luces tienen. Si el gobierno se ha dado a la tarea de querer subsidiar alimentos al pueblo para así controlarlo, también debería asumir la responsabilidad de su fracaso como productor y distribuidor de este rubro. Es decir, el que está matando al pueblo de hambre es el propio régimen que se comprometió a alimentarlo y no ha cumplido.
     La invasión extranjera. Hace unos años que instalaron baterías antiaéreas en zonas populares de Caracas, y aún divulgan cortos acerca del manejo de estos dispositivos por parte de ciudadanos civiles. Esto parece tener como propósito convencer a los de mente moldeable que estamos en riesgo de ser invadidos por el imperio, o hasta por extraterrestres, pero no divulgan que los grupos guerrilleros terroristas FARC, ELN, ETA, y hasta Hamas, tienen células que han invadido (con y sin permiso), el suelo venezolano y operan impunemente ante el silencio gubernamental. Hay agentes de inteligencia y médicos cubanos, obreros chinos, asesores españoles, y muchos extranjeros más para efectuar labores en nuestro país, mientras la tasa de desempleo y miseria va como el caballo en el escudo. Todo esto, sin hablar de la presencia de banderas cubanas en oficinas gubernamentales y militares. Esta es la invasión real.
     Me podría extender en el tema, pero al parecer se les hace imposible ver esa cabilla que les atraviesa los dos ojos, quizás porque el propio régimen se encargó de quebrar también la siderúrgica venezolana, y la cabilla ya simplemente no se ve.

lunes, 15 de febrero de 2016

Nacho hasta en la sopa


El contenido, elocuencia y precisión del discurso dado en la Asamblea Nacional el pasado viernes por Miguel Ignacio Mendoza (Nacho), deja un cúmulo de análisis en quienes entendimos la base del mensaje: Desarrollar objetividad y criterio propio. Las muchas verdades dichas por Mendoza se confirman con el inmediato rechazo a sus palabras por parte de personeros del régimen; es absolutamente contraproducente para el proceso que nosotros los jóvenes tengamos criterios propios a partir de lo que vemos y vivimos; para quienes gobiernan, solo debemos aplaudir las decisiones de ellos, sin importar que estas se contradigan unas con otras, que representen el deterioro de nuestra calidad de vida, o que sean a todas luces mecanismos de represión y control para el pueblo. La objetividad que el régimen quiere, es la de decir Amén a cualquier insensatez reproducida por sus laboratorios de información, que distribuyen mensajes en miles de cuentas ficticias de Twitter, y en la red de medios de comunicación de los que se adueñaron arbitrariamente, donde no es posible escuchar una voz disidente. 
A propósito del día de la juventud, Nacho, quien ha sido embajador de la música urbana que escucha la mayoría de la juventud venezolana, y que ahora nos conecta con la juventud de toda América, dio un mensaje claro, y lejos de pretender imponer un pensamiento personal, llamó a desechar la flojera mental, a tomar nuestras propias decisiones, por erradas que puedan ser, pero al fin propias, para que sea nuestro criterio el que guíe nuestras acciones.
Además de esa clara invitación que nos hace a pensar, expresó su opinión ante una serie de eventos que son lo que a su parecer (y que comparto en su totalidad), tienen a Venezuela sumida en el peor estado de nuestra historia republicana. Cuando habla de la destrucción de las empresas, fincas y demás organizaciones expropiadas por el difunto presidente Chávez, y que hoy pretende continuar el actual mandatario, quien por cierto fue impuesto por un deseo del difunto y no por el criterio propio de los votantes que lo eligieron, resuena en los jerarcas del régimen la presión de saber que si expropian Polar, que es modelo en Latinoamérica de productividad, gestión, y ahora de aguante, estará quebrada en unas pocas semanas, y menos podrían disimular la crisis alimentaria, además que el costo político sería totalmente negativo, pero con tal de seguir queriendo demostrar más fuerza que razón, sigue latente la posibilidad de ejecutar esta medida autoritaria. Así que con seguridad el nombre de Nacho saldrá cuando en las reuniones oscuras llenas de ineptos alrededor de una mesa diseñan planes de expropiaciones, a sabiendas que la producción propia simplemente no les va, por aquello de su incapacidad.
Cuando las miles de familias con algún miembro en las penitenciarias de Venezuela, recuerdan que es un secreto a voces lo dicho por Nacho acerca de los muchos flagelos que se dirigen desde dentro de esas paredes, su nombre retumba de nuevo en el inmensamente inútil ministerio encargado, en la GNB como custodios, y en el ejecutivo como responsable principal.
Hoy, el nombre de Nacho suena más fuerte en sus fanáticos que quieren dejar de serlo, porque les tocó la fibra de la verdad, esa verdad que uno no quiere escuchar cuando está haciendo todo lo contrario. La verdad que habla de la visible y comprobada incapacidad del gobierno para gobernar, la incapacidad de las instituciones de ser institucionales en vez de actuar como brazos del régimen, la incapacidad de los supuestos líderes para liderar, por aquello de que hay que liderar con el ejemplo, y si algo no son los jerarcas del régimen son ejemplos a seguir. 
Hoy Nacho suena en la radio con su música, en las redes con su verdad, y en cada mala decisión tomada por el régimen con el conocimiento que su pensar es compartido por millones que les dijeron "No más" el 6 de diciembre. 
A este joven valiente, digno representante de la juventud venezolana, le hago llegar por esta vía mi agradecimiento y admiración, por haber utilizado ese espacio bien merecido que tuvo ante el parlamento que rige hoy la legislatura venezolana, pues tocó en un bien elaborado discurso gracias a su don de la palabra, los temas que el régimen silencia a la fuerza, que esconde para poder seguir ejecutando sus planes corruptos y destructivos, y que son temas principalmente negados en las conversaciones públicas por miedo. Unos pocos que aún sienten miedo por ser reprimidos, otros por perder la mísera limosna que el propio gobierno controla, y también es necesario decir que algunos aún sienten miedo de hablar de dichos temas por perder apoyo popular, pues muchas veces "entre bomberos no se pisan la manguera".
Así es que los representantes de la destrucción llamada madurismo, los que hacen vida política en la disidencia, y todos los ciudadanos venezolanos, escuchamos las palabras de Nacho en nuestra cotidianidad, puesto que la verdad no se escribe con cadenas de radio y televisión, se escribe con la objetividad y criterio desarrollado a partir de nuestras vivencias.
Valga esto para sumarme a la invitación de Nacho a perder el miedo, los que no somos "políticos" debemos tomar el sartén por el mango y recuperar la libertad de pensamiento que tanto carcome la tranquilidad de quienes creen ser dueños de nuestra Venezuela y rechazan el discurso de Nacho, es decir, que creen que pensar es malo.